El nivel de profesionalismo con el que prestes tu servicios será el mejor marketing que te promocionará. ¿Alguna vez has analizado lo que transmites a tus potenciales clientes, o a tus clientes en el día a día?
Mantener en lo alto el profesionalismo es una forma de generar más negocios y ganar credibilidad, sin embargo es algo que la mayoría de los reformistas no ponen demasiada atención. Por el contrario, la mayoría descuida significativamente su perfil profesional.
Este post te brindará 7 claves que si las pones en practica elevarás el nivel profesional de tus proyectos, y como consecuencia directa de ello incrementarás la cantidad y calidad de clientes que querrán trabajar contigo.
Si crees que todavía te falta un paso más para llegar al reformista profesional que anhelas ser, continúa leyendo este post.
1) IMAGEN PROFESIONAL CORPORATIVA
Este punto es crucial: es la base con la que deberías integrar tu trabajo. La imagen que proyectamos ante los ojos de un potencial cliente es algo que debería preocuparte siempre. Debes trasladar también a tu equipo este concepto.
Comenzando por mantener ordenado el material de trabajo que empleas, por mantener las herramientas limpias y acomodadas. El equipo debe trabajar con sus EPIS correspondientes. Puedes desde un primer momento incentivar el uso de guantes, cascos, zapatos de seguridad. El logo de tu empresa tiene que estar en la indumentaria de tu equipo. No mires a la vestimenta de tu equipo como un gasto, mírala como una inversión.
Recuerda que transmitir una imagen seria y responsable desde un primer momento será la mejor publicidad de tus servicios. Tus clientes detectan cada minúsculo detalle conectado a tus servicios.
2) COMUNICACIÓN INTERNa y EXTERNA
Comunicación Interna con tu equipo de trabajo: tienes que promover fluidez en la comunicación entre los miembros de tu equipo. Este tiene que estar constantemente informado de la planificación y de los cambios que experimentará la ejecución del proyecto. Una situación común que se presenta en la reforma es aquella en la que el propietario se presenta en la obra a observar cómo avanza la misma. Incluso, algunas visitas pueden darse de manera espontánea. Si no hay buena comunicación con tu equipo de trabajo, la propiedad lo detectará rápidamente. Tus empleados o compañeros no sabrán responder a las preguntas de los propietarios, y por lo tanto tu nivel de profesionalidad bajará.
Comunicación externa: mantener a la propiedad al tanto de los cambios, inconvenientes, avances o del desarrollo en general es de gran importancia. Intenta comunicarte con la propiedad y pasar información al menos una vez por semana. El propietario lo agradecerá.
3) PRESENcia online
Tienes que tener una vida activa en el mundo virtual. Si tu empresa no se encuentra en internet, tus posibilidades en el mercado se reducirán considerablemente. Hay una famosa frase en el mundo de la reforma que dice: “no necesito ni siquiera tener tarjetas, porque con el boca a boca me sobra trabajo”. Pues bien, si tu empresa tiene presencia online, podrás enseñar el antes y el después de tus trabajos, podrás conectar desde un principio con un potencial cliente que se encuentre en búsqueda de un servicio diferente y de calidad. Y, por supuesto, si consideras que tus servicios son de primer nivel, entonces podrás elevar tu precio, tus márgenes de beneficio escalarán, y cuando menos te des cuenta los trabajos a los que accederás serán más exquisitos. Todo será a causa del efecto boomerang de haber apostado a la presencia online.
4) TRANSPARENCIA CON LOS MATERIALES
Engendrar en tu cliente confianza desde el comienzo es también una excelente manera de divulgar la excelencia de los servicios que brindas.
No cometas engaños en el coste del material. Puedes (y debes) ganar dinero en el servicio que das, pero no en el material. Piensa que la información está en las manos de tu cliente. Con apenas un móvil tu cliente puede chequear precios de materiales, puede realizar comparativas, y puede enterarse que estás cobrando un sobre coste exagerado.
Puedes abiertamente comentarle que la recogida del material tiene un coste de tiempo para ti, y que es un servicio aparte por el que cobras. El cliente lo entenderá perfectamente.
5) QUE TU PALABRA SEA LEY
No prometas a tu cliente algo que no estás seguro que podrás cumplir. En primer lugar, si te comprometes a darle un presupuesto al cliente al día siguiente, entonces hazlo. Si le comunicas un plazo en el que entregarás la obra, tienes que concluir tu trabajo hasta esa fecha. Detrás de una reforma casi siempre hay una familia que articula y diagrama su vida pensando en tiempos que el reformista promete o simplemente menciona. Tu cliente, mientras la reforma se ejecuta, probablemente se mudará hacia la casa de algún familiar, o aprovechará las vacaciones que dispone para poder acomodarse al gran cambio que supondrá la reforma en su vida. Tu cliente recibirá tu promesa al pie de la letra y si ésta no se cumple se sentirá defraudado. Te lo simplifico: a sus ojos, tu servicio será malo. ¿Y cómo puedes prevenir esto? Pues, del cálculo del tiempo que realices a priori, te aconsejo que agregues días extras para cada etapa o fase de la obra. No arranques con los tiempos justos, pues si algún imprevisto se presenta (algo común en una reforma) entonces faltarás a tu palabra.
6) APRENDE A AsUMIR ERRORES
La reforma es una actividad en la que los errores cuestan caros. Desde la logística en materiales, el cumplimiento de tiempos de avance acordados, la aparición de un factor sorpresa, hasta un simple accidente de un empleado. Son múltiples y variables las causas que pueden desencadenar una serie de daños materiales que afecten a la relación con cliente. No dejes de evaluar el costo-beneficio de la situación. Si algo malo surge en la trama en la que se desenvuelve el proyecto, simplemente aprende a asumir los errores=costes. Puede que en esa semana en concreto no tengas ganancias, o dejes de ganar lo que tenías previsto, pero no dejes de evaluar la ganancia global.
También, recuerda que un detalle o atención con este cliente, puede salvar tu reputación futura.
Un rasgo interesante en el mundo de la reforma y la construcción es la posibilidad de decir «lo siento». Estas sencillas palabras evocan sentimientos muy sinceros en un cliente que fue agraviado. La mayoría de las veces, simplemente admitiendo un error posiblemente genere un cambio de actitud en tu cliente.
7) MENTALIDAD PROFESIONAL
Como reformista tienes el privilegio de influir e impactar en la vida de los demás, especialmente en la de tus propios trabajadores. Vivir en un enfoque profesional, enseñará a otros a vivir con el mismo enfoque. Tu cultura laboral comenzará a reflejar un comportamiento y pensamiento más profesional.
Es el punto que engloba el resto, pero que a su vez trazará a todas las facetas vinculadas con tu trabajo. Una actitud que demuestre el profesionalismo con tu equipo y tu cliente será un arma (y una responsabilidad) que deberá acompañarte en cada etapa de los proyectos que afrontes. Enseñará a tu potencial cliente o a tu actual cliente el grado de compromiso, el nivel de disciplina y la responsabilidad con la que trabajas.
Es importante que grabes en ti y en los tuyos este «hito mente” que dice: «Actuaré profesionalmente y trataré a los demás de manera profesional». Si así lo haces, el resto vendrá por añadidura.