Cambiar una mampara es un típico trabajo por el que te llama un cliente. Una mampara cuya perfilería quedó vieja, una mampara que algún mecanismo se rompió, un cristal que se dañó, o simplemente un cliente que se cansó de la que tiene y quiere una nueva.
La instalación de una mampara es una tarea que aparenta ser fácil de llevar a cabo. Sin embargo, desde mi experiencia profesional he visto a reformistas tirarse de los pelos al enfrentarse ante la titánica tarea de instalar una mampara. No olvidemos que es una tarea que requiere precisión y atención en algunos detalles que garantizarán la profesionalidad de tus servicios. A fin de cuentas, instalar una mampara conlleva un amplio abanico de riesgos que se pueden presentar desde incluso antes de la toma de medidas.
Ante esto, estimado reformista, he decidido agrupar y exponer algunos consejos que fui poco a poco descubriendo en mi experiencia profesional, y que confío que te serán de gran ayuda. De esta manera evitarás pillarte los dedos con la instalación de una mampara. Vamos al lío.
1. LO PRINCIPAL: TOMA MEDIDAS EXACTAS
Es fundamental saber con precisión las medidas del hueco o espacio disponible antes de encargar la mampara. Como sabes, cada mampara (incluso algunas mamparas fijas) posee un rango de compensación, que es el rango en centímetros en el que se podrá instalar la mampara. Uno de cada dos reformistas, cuando me llaman para encargar una mampara no saben el hueco final o ni siquiera realizaron una proyección de cuánto será el hueco una vez que las cerámicas se hayan instalado. No se da esto por falta de profesionalidad, sino por la misma vorágine en la que vive un reformista.
Conocer las medidas exactas garantizan un ajuste perfecto, y evitará que el día del montaje tengas que hacer malabares o el peor escenario: no poder montar la mampara, momento en el que entrarás en pánico y locura.
2. NO DES PRECIOS SIN ANTES ANALIZAR LA VIABILIDAD DE LA INSTALACIÓN
Te llama un cliente de mucha confianza y te pregunta cuánto le costará instalar una mampara, porque quiere cambiar la suya, y naturalmente te pide precio. Accedes a comentarle precios, pero cuando llegas in situ te das cuenta que la solución viable para ese baño es compleja, o te topas con un cliente que quiere instalar una mampara un poco compleja. Desde la simple situación en la que una mampara no cabe por la puerta del baño, pasando por la situación en la que un plato de ducha se encuentra desalineado, son innumerables las casuísticas que se pueden presentar. Sabemos bien que en una instalación de una mampara no puedes abusar con los precios, y que muchas veces lo realizas para dar un mejor servicio a tu cliente (porque claro, no te harás rico con una instalación), sin embargo algunas veces es preferible esperar a ver in situ la casuística a la que te enfrentarás y así pasar un precio de instalación. Si no lo ves claro, no temas en cobrar más y asegurarte que harás un buen trabajo, o incluso otras veces te saldrá a cuenta indicarle a tu cliente que es un trabajo que no lo puedes hacer, o que no te animas a realizarlo.
3. ADOPTA UNA MARCA O PROVEEDOR
Una manera de hacer más rentable una instalación de mampara es a través del hábito. Al igual que con cualquier cosa con la que te acostumbras, una vez que lo haces por repetición, lo realizas más rápido y sin inconvenientes durante el proceso. Adoptar y trabajar con la misma marca te permitirá minimizar los riesgos de instalación y trabajar con mayor rapidez.
Si alguna vez un cliente quiere una mampara que antes no habías realizado el montaje, simplemente ve con cuidado. No tienes que temer a una nueva marca, ni tampoco a un modelo que se ponga de “moda” en el mercado. A pesar de que muchas de las incidencias con mamparas surgen cuando un reformista se aventura a probar una marca que antes no había empleado, este riesgo lograrás reducir si adoptas una marca para todos tus proyectos. Probablemente la primera vez que montes una, de hecho, tardarás mucho más tiempo que la segunda, o que la quinta vez que lo realices.
4. POR FAVOR, LEE Y SIGUE LAS INDICACIONES DEL MANUAL
Algo tan simple como leer y seguir el manual de instrucciones es una regla que la mayoría de reformistas no la cumple. Las probabilidades de equivocarte son exponenciales, y créeme que pueden ser costosos y peligrosos. La falta de un correcto seguimiento de las especificaciones técnicas puede llevar a montajes incorrectos, lo que podría repercutir en tu bolsillo o tiempo (que es casi lo mismo). En última instancia, la falta de atención a los detalles del manual puede comprometer la calidad del proyecto y la reputación del profesional. Cómo ves, querido reformista, es esencial que al instalar una mampara prestes atención y sigan las directrices proporcionadas en los manuales de instrucciones para garantizar un trabajo exitoso y seguro.
5. CUANDO SURJAN INCONVENIENTES, SOLICITA ASISTENCIA A TU COMERCIAL DE CONFIANZA
Si tienes dudas sobre la instalación, si la mampara que has comprado no viene con un manual, o si simplemente te surge cualquier tipo de dudas, ni lo pienses: consulta a tu comercial de confianza. Muchos comerciales sabrán indicarte alguna solución que quizás tu no hayas pensado o notado. No esperes a que la situación te haya abordado por completo, ante la primer duda, tu llama.
El trabajo de tu comercial al ponerse en contacto con la fábrica o proveedor es fundamental para garantizar una solución eficiente y efectiva a cualquier problema o consulta que surja durante el proceso de la instalación de la mampara. Tu comercial actuará (o al menos debería) como un enlace esencial entre el cliente y el proveedor, transmitiendo de manera precisa y detallada los desafíos o necesidades específicas.
6. ASEGÚRATE QUE LA MARCA NO INTERRUMPIRÁ LA PRODUCCIÓN DE RECAMBIOS
Algunas empresas venden mamparas que sus recambios son imposibles de conseguir. Me ha sucedido de intentar conseguir un recambio para una mampara y que directamente el proveedor que me la vendió me diga que el fabricante no trabaja más con ese tipo de mampara ni recambios. Para asegurarte que una marca no interrumpirá la fabricación de recambios de sus productos, es fundamental mantener una relación sólida con un comercial o con el fabricante, y que éstos sepan de tus requerimientos. Simplemente consultando a otros colegas del sector, a tu comercial de confianza o investigando la reputación y la historia de la marca en términos de soporte posventa, podrás determinar si la marca interrumpirá la fabricación de recambios. No olvides de optar por marcas con un historial de compromiso a largo plazo con la disponibilidad de repuestos. La elección de una marca confiable y la experiencia de sus prácticas son medidas claves para mitigar el riesgo de interrupciones en la fabricación de repuestos. Otra vez, como ves, la relación y soporte que tengas de parte de tu comercial será la clave para que tu trabajo sea más llevadero.
7. COMUNICA AL CLIENTE LA FRAGILIDAD DEL MATERIAL
No dejes de comunicar al cliente la fragilidad que tienen las mamparas durante el proceso de la instalación. Esto es muy importante por motivos de responsabilidad profesional y satisfacción del cliente. Informarle sobre la fragilidad de esta clase de producto es esencial para prevenir posibles daños y disgustos involuntarios que podrían ocurrir si esta se rompe. La comunicación demostrará tu integridad y responsabilidad, ya que te asegurarás de que el cliente esté plenamente consciente de los riesgos que asumes. Son innumerables los clientes instaladores o reformistas a los que alguna vez (o más de una también) se les rompió una mampara en las manos sin ni siquiera haberla golpeado. Incluso, llevando la situación al extremo, en algunas ocasiones (debido al riesgo que este tipo de instalación conlleva) seguramente te convendrá indicarle a tu cliente que no te harás cargo de cualquier daño hipotético que sufra la mampara antes de la instalación. Parece descabellado, pero no faltarás a tu palabra, y el cliente entenderá sin reticencias que le tocará abonar los gastos.