Seguramente, a lo largo y ancho de tu experiencia profesional, te habrás encontrado con más de un cliente que a la hora de finalizar la reforma te indicó uno o varios defectos en los acabados. Es una situación complicada que a la mayoría de los reformistas les ha tocado vivir en primera persona. Lamentablemente nadie se libra de un cliente que busca algún pelo en la sopa. Al fin y al cabo, los acabados facilitan el camino hacia un posible incidente. Como bien sabes, ésta es la fase más complicada en una reforma, y como cada cosa que se complica, será el diablo el que siempre estará presente al 100% en los detalles. Y tu misión, por supuesto, será la de estar alerta cada vez que este último asome la cabeza por la obra. Para esto, a continuación, exponemos la importancia de contar con acabados que se ajusten a las exigencias de tu cliente y te brindaremos una serie de indicaciones que te permitirán evitar la problemática de los acabados en los proyectos que tengas en manos.
LA IMPORTANCIA DEL ACABADO
La etapa de los detalles y acabados en la reforma es el momento en el que un proyecto pasa de ser una estructura funcional a convertirse en una obra de arte (en el mejor de los casos) o en un dolor de cabeza para el reformista. Es una etapa en la que, como profesional, debes invertir más tiempo, y es donde tienes que concentrar la mayor parte de tu energía. El acabado es lo que se ve, es lo tangible, es lo que vende, lo que tus clientes apreciarán o despreciarán. Debido a todo esto, la importancia del acabado en la obra es fundamental. Al fin y al cabo, un buen acabado será tu mejor carta de presentación ante tus futuros clientes.
CONSEJOS PARA LOS ACABADOS
Sé claro y transparente: Debes ser realmente claro con tu cliente al respecto, incluso antes de comenzar con el proyecto de reforma. No dejes de ser resaltar e indicarle a tu cliente lo que está contratando. Si omites información sobre lo que quiere, sobre el servicio que está contratando, entonces abrirás la posibilidad de un cliente insatisfecho al final del proyecto. Y si no estás a la altura de ofrecerle el acabado
Los detalles y acabados, incluso, deben pensarse en la etapa de diseño y discutirse regularmente durante la etapa de construcción. Dale a tu cliente claridad absoluta si pretende obtener el mejor acabado. Por supuesto que todo tiene que ir de la mano con el nivel de servicios que tu cliente quiera contratar. ¿y cómo materializas todo esto? pues en el siguiente punto tendrás la respuesta.
Materializa los acabados: la pregunta del millón que se hacen muchos reformistas es ¿cómo puedo transmitir a un potencial cliente el tipo de acabado o ajustes que soy capaz de realizar?. Pues muy simple, puedes enseñarle en fotos o en persona algunos de tus proyectos que realizaste anteriormente, e incluso puedes contactar a tu potencial con uno de tus clientes para que el que trabajaste en los últimos años, este último compartirá su experiencia. Las imágenes de muestra y los dibujos detallados también pueden servir de gran ayuda. Así tu potencial cliente podrá apreciar y materializar su futuro proyecto. Y desde el comienzo de la relación que generes con tu cliente, podrás acordar el nivel de perfección que este busca, y por supuesto, también, el que estás dispuesto a entregar.
Plasma el acuerdo en papel: Nada de lo que hables y acuerdes con tu cliente podrás comprobar y evaluar al final del proyecto si no lo dejas escrito y lo compartes con tu cliente. Incluso, durante el proceso del proyecto, puedes recordarle y hacerle hincapié el nivel de acabados que se acordaron.
Materiales de acuerdo a las circunstancias: nadie puede esperar un acabado de alta gama si está utilizando los materiales equivocados. Un material barato no puede brindar un acabado de lujo. El trabajo de yeso tiene sus límites, la madera puede torcerse (porque es un material vivo), algunos materiales no son compatibles con otros materiales, y así sucesivamente. Usar el material adecuado en el entorno adecuado es primordial. Tu cliente deberá entender este principio. Y, además de materializarlo en papel, no olvides de manifestar y dejar en claro este punto en la primer toma de contacto con tu cliente.
Enfócate en los 4 detalles más importantes:
Cuando de detalles se trata hay 4 frentes a cubrir que darán la estocada final al proyecto de reforma. Éstos son de crucial importancia para alcanzar el éxito en cada proyecto que emprendas.
1. Esquinas
Echa un vistazo de cerca las esquinas o encuentros donde se entrelazan las diferentes superficies. Cada rodapié que haga esquina, cada pieza de piedra natural o cualquier material utilizado en marcos, en paredes y en molduras deben encajar perfectamente y firmemente. Realiza un doble o triple control si es necesario. No debe haber pequeños huecos ni irregularidades en el ajuste de las esquinas.
2. Bordes
Los bordes bordes de encimeras, de barandillas, entre otras cosas deben estar perfectamente acabados, suaves al tacto, y con su respectivo biselado. Si es necesario realiza un nuevo pulido. Revisa que estén pintados adecuadamente y que no exista ninguna mancha. Una vez más, no debería haber irregularidades ni asperezas. Todo debería medir perfectamente según lo acordado.
3. Superficies
Asegúrate de que todas las superficies estén en el ángulo y altura correctos. Además, comprueba cualquier acabado en las superficies tanto vertical como horizontal. La pintura, los azulejos, los paneles, etc. deben encajar perfectamente y sin problemas sin muescas, golpes u otras imperfecciones.
4. Puertas y ventanas
Controla que cada puerta de cada habitación, cada puerta de los muebles de cocina, cada puerta de mampara, cada armario, o cada elemento abatible con el que hayas trabajado en el proyecto se ajuste perfectamente. Cada cosa debe abrirse y cerrarse sin problemas, sin huecos o luces innecesarios, tampoco sin puntos desiguales. Aplica este control a cada ventana, por supuesto.
Con estas herramientas, querido reformista, podrás avanzar hacia el último paso y objetivo final de un proyecto de reforma: la satisfacción de tu cliente y el cobro por el trabajo realizado. ¡Hasta la próxima!