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Hay un momento clave en toda relación con un cliente en la reforma: la toma de medidas. Nos referimos a toma de medidas como aquel primer momento donde conocerás a un hipotético proyecto, y al que eventualmente proveerás un presupuesto. Es una primera toma de contacto con el cliente. Este paso, que a simple vista resulta simple y sencillo para muchos reformistas, conlleva una cascada de impactos que pueden generarse en la relación contractual con tu hipotético cliente. Aquí tendrás grandes oportunidades en la que tu experiencia jugará un papel fundamental a los efectos de lograr captar una nueva obra, un nuevo cliente, o simplemente evitarle una desgraciada mala reputación a tu negocio, entre tantas otras consecuencias que imaginariamente podrían suceder. 
Una toma de medidas realizada correctamente provocará que finalices tu trabajo sin ningun sobresalto y te empujará a que logres una satisfacción completa de tu cliente. 
Para eso, en este artículo, te facilitamos principios fundamentales para que los implementes y sigas al pie de la letra. Siguiendo estos consejos tu trabajo no se verá frustrado, de alguna manera evitarás que las cosas salgan mal y que buena reputación se estropeé frente a tus clientes.A continuación, y sin más introducciones, pasamos a explayarnos con los principios:

1 Observa

Observa: esta es probablemente la herramienta más importante que te debe acompañar en cada toma de medidas. Es necesario que tomes un tiempo prudencial mientras interactúas en la “futura obra” con tu cliente con el fin de captar sus necesidades y pretensiones. También será necesario que observes las hipotéticas incidencias que en el proyecto pudieran surgir. Cada detalle será de consideración a los efectos de poder proveer un presupuesto. Observando cada detalle podrás afinar el presupuesto y te anticiparás a las eventualidades que dejan a muchos clientes con un sabor amargo.

2 ESCUCHA ACTIVA

Escucha activa: es trascendental que apliques la escucha activa. Incluso, después de unas típicas preguntas que realizas como reformista, es necesario que escuches todo lo que puedas al cliente. Alguien que decide llevar a cabo una reforma, por lo general tiene mucho para decir, y mucho para preguntar. Si escuchas atentamente, podrás saber de antemano la complejidad del trabajo que tendrás en frente tuyo. Con esta base podrás conocer en profundidad al cliente, podrás reflexionar sobre la solución adecuada para las necesidades de tu cliente, entre otras cosas. La  escucha activa te facilitará la tarea de averiguar el dolor que tiene el cliente. Si logras averiguar el dolor que tiene el mismo, tendrás el 80% del proyecto ganado. Recuerda de hacerlo con plena conciencia. 

3 INDAGA

Indaga: no dejes de realizar todas las preguntas que creas que son necesarias. Todas las que se te ocurran. No temas en realizar preguntas de más. Indagar al cliente sobre lo que quiere realizar, sobre sus ideas, sobre calidades, sobre acabados, sobre el presupuesto, sobre lo que está dispuesto a invertir, etc. Indaga sobre los tiempos que tiene en mente, sobre los tiempos que dispone el cliente, sobre cualquiera de los puntos que creas convenientes. Cada respuesta que el propietario pueda brindarte contribuirá para que puedas predecir o vaticinar malos entendidos. Es este el momento ideal para te saques cualquier duda conectada con la obra.

4 DETECTA AMENAZAS Y OPORTUNIDADES

En este primer contacto que tendrás con el cliente, es clave que puedas detectar amenazas que puedan frustrar la buena relación con tu cliente. Un tabique en mal estado, una propiedad vieja en la que después de quitar esas baldosas viejas descubras un suelo en mal estado, un vecino problemático que pueda paralizar eventualmente la obra, son algunos ejemplos de amenazas que se pueden presentar y que debes estar muy atento en detectar. Recuerda que toda amenaza abre la posibilidad a oportunidades.  

5 ENTENDIMIENTO DEL CLIENTE

Captar el perfil de tu cliente es importantísimo. Entender el perfil de tu potencial cliente te indicará el tipo de servicio que tendrás que brindar, el tipo de acabados que realizarás, la exigencia que tendrás que emplear, el cumplimiento de plazos que deberás llevar a cabo, entre otros ejemplos. Aquí podrás captar determinadas señales que incluso, podrán ayudarte a rechazar el proyecto de reforma. En la toma de medidas puedes entender y captar el perfil conflictivo de quien tengas en frente. 

6 COMUNICA-ANTICIPA

La comunicación efectiva y fluida que realices al principio será la columna vertebral que dará vida a la relación contractual. Este punto es muy importante para muchos clientes que evalúan comenzar con una reforma. Toma tu tiempo para comunicar los diferentes puntos de vistas, la logística de materiales que se emplearán en el proyecto, los tipos de materiales con los que trabajas, las soluciones alternativas, las formas de pago, los plazos para realizar el proyecto. Comunica todo.

7 SE HONESTO

En una primera toma de contacto con un potencial cliente es crucial que no ocultes ni mientas. La transparencia siempre genera buenos sentimientos, y por supuesto que te acercará a la máxima satisfacción de tu potencial cliente. Si ves que las ideas de tu cliente no pueden materializarse o si las elecciones de colores, estilos, calidades no son los mejores para la obra, entonces dilo abiertamente. No te comprometas con lo que no puedas cumplir, al fin y al cabo esto tendrá repercusiones directas e inmensas en la satisfacción que le des a tu cliente. Tampoco ocultes los extras que el proyecto pueda incurrir, ni el cargo que eventualmente el cliente deba afrontar. Este último punto es un clásico que lo he visto incontables veces. No cometas ese pecado, y simplemente prepara al cliente para que evalúe la hipotética posibilidad de tener que gastar más de la cuenta si debajo de un suelo de cerámica hay una solería en mal estado, por ejemplo. 

8 TOMA TU TIEMPO PARA ENTREGAR EL PRESUPUESTO

Entregar rápido el presupuesto es importante. Muchas veces, cuanto menos extiendas el tiempo del presupuesto es mejor. Sin embargo, como bien sabes, en la reforma hay muchas variables a considerar. Por ende, no dejes de analizar las variables posibles que pueden acontecer a lo largo del camino. Una vez que tengas todas las consideraciones pertinentes, recién entonces entrega el presupuesto.

9 SÉ AUTOCRÍTICO

Puedes decir no, y no pasará nada. Recuerda de analizar la factibilidad de llevar a cabo el proyecto. Hay proyectos que no serán para ti. Hay otros que te encajarán como anillo al dedo. Hay clientes que por su nivel de exigencia necesitan un servicio que quizás no lo puedas brindar. Pues si detectas eso, este es el momento para saltar del barco.

10 ESCRÍBELO TODO

Después de la toma de medidas o primer contacto que tengas con la propiedad es imprescindible que reflejes todo lo hablado en un documento escrito. Normalmente los reformistas entregan un presupuesto, después de la toma de medidas. Sea como sea tienes que dejar plasmado por escrito las observaciones y aclaraciones pertinentes que te cubran ante cualquier supuesto que perjudique tu margen de ganancia, o tu reputación. Da igual si lo haces en el mismo presupuesto, o en el contrato, o si lo adjuntas como un documento anexo, o si lo haces simplemente en un folio cualquiera. Si escribes lo que esta incluido y lo que no está incluido en el presupuesto, tus chances de salir victorioso en la relación contractual serán muy altas. Recuerda que por lo general solemos tener una memoria que cambia las cosas o distorsiona la realidad, y cuando transcurre el tiempo nos olvidamos de lo que habíamos acordado.

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