Toda empresa de reformas debe centrarse en cumplir con todo aquello que promete. Simplemente realizando lo que se promete te colocará sin lugar a dudas entre el 10% de profesionales que mejor lleva a cabo su trabajo, mientras que a su vez te hará ganar una reputación extraordinaria.
Lamentablemente esto casi no sucede en la realidad. En la práctica muchos reformistas no gozan de buena reputación. Diría que en más de la mitad de los proyectos en los que trabajan quedan asperezas sin pulir en la relación con los propietarios.
Pero además sucede algo muy peculiar en este sector. Ocurre que cuando hablas con un reformista o con un dueño de la empresa de reformas (todos o casi todos ellos) piensan que son sobresalientes en lo suyo. Lamentablemente esto no coincide con el mundo real, y es muy simple descubrirlo porque las estadísticas indican que el 60-70% de las empresas ligadas a la construcción no superan los 3 años de vida, y menos del 10% llega a los 10 años. Estos datos son perfectamente trasladables al sector de la reforma. Y si por casualidad alguien señala que la razón por la cual las empresas quiebran o finalizan su labor se debe a que los clientes no pagan, pues entonces, déjame contradecirte esta idea comentándote que los mejores reformistas o constructores que conozco dicen a viva voz que los clientes siempre pero siempre pagan.
Siguiendo con esta lógica observamos que la gran mayoría de las empresas de reformas, y también aplicamos esto a las empresas constructoras, no son en verdad lo que creen que son. Y lamento ser yo quien tenga que darte esta mala noticia: tu empresa no es lo extraordinaria que piensas que es. Y digo tu empresa porque es la que finalmente presta el servicio a tu cliente. Probablemente seas un tipo de persona que dadas las circunstancias siempre has dado el 120% de tus posibilidades. Siempre lo has dado todo. Pero tú no eres tu empresa. No olvides que tus clientes no pensarán que eres un fuera de serie hasta que lo demuestres con hechos.
Dicho esto, lo más importante aquí es lo que tus clientes perciben de ti, tu reputación. Y aquí juega un papel fundamental la experiencia al cliente que veníamos trabajando hace un tiempo en notas anteriores.
Construir una buena reputación no es un trabajo que se pueda realizar de la noche a la mañana. No lo es ni para un reformista que recién comienza ni para aquel emprendedor que monta una panadería. De hecho, generar una buena reputación para tu marca toma meses, y en algunos casos años. Es una carrera de fondo en la que la paciencia y el trabajo hormiga juegan un rol fundamental. Y por supuesto, nunca olvides que serán suficientes unos cuantos errores para tirar por la borda tanto esfuerzo.
Por eso es muy importante no solo cuidarla, sino siempre trabajar constantemente en su crecimiento. Para esto hoy te traigo 3 maneras o formas concretas que si las pones en práctica estoy seguro que contribuirán al crecimiento de tu reputación.
PROACTIVIDAD
Actitud y mentalidad proactivas son dos nortes importantes en los que debes basar tu negocio de reformas si quisieras hacer crecer tu reputación. Fundamentar este tipo de filosofía entre tu equipo será una de las claves para elevar tu reputación hacia lo más alto. Un buen reformista, o un reformista proactivo, no espera a que su cliente le solicite algo, por el contrario siempre se anticipa y aborda los problemas antes que ellos sucedan. Un reformista proactivo no espera a que el problema se presente frente a él. Más bien se adelantará antes de que cualquier hecho trunque el proyecto o ponga en peligro los planes originales. Desde elegir el material de acabados con anticipación hasta controlar cada detalle antes de entregar el proyecto al propietario, son muchos los puntos donde puedes actuar de manera proactiva frente a un cliente. La proactividad tiene un tinte de pensamiento de antelación. Se abre el paraguas antes de que llueva. Para eso es muy importante estar atento a todo lo que viene. Pensar y programar la semana que viene o todo el trabajo que se desarrollará durante todo el proyecto, o pensar en lo que sucede mañana, o en lo que sucederá dentro de un mes, son algunos de los secretos que deberás abordar para convertirte en un profesional proactivo de la reforma.
RAPIDEZ
Aquí vamos a hablar de la rapidez o inmediatez dura y pura. Sin mezclarla con la idea de proactividad.
La rapidez es un elemento del que poca gente habla cuando se trata de prestar un servicio. Sin embargo es una de las claves que generarán un efecto “wow” en tu cliente. Concentrarse en la rapidez provocará una imagen muy buena en el cerebro de tu cliente que busca reformar su vivienda. Y la rapidez es algo que falta mucho en la reforma. Sostengo la teoría que esa falta se debe a que por lo general abordan más de lo que se puede, o lo que se debería abordar.
A lo largo de estos años he podido observar, a través del seguimiento de diferentes presupuestos, que la mayoría reformistas tardan mucho en pasar un presupuesto a sus clientes, demoran en realizar la visita para la toma de medidas, o se retrasan en el avance propiamente dicho de la obra, como también demoran o esquivan visitar una incidencia que surge una vez acabado el proyecto de reforma.
Los reformistas que gozan de una buena reputación, sin lugar a dudas, son los que actúan con absoluta y asombrosa rapidez en estos casos. Claro, para actuar con rapidez tendrás que sacarle provecho al máximo a la gestión de tu tiempo. Si te interesa leer y complementar ideas sobre este asunto puedes hacerlo en esta nota que hace unas semanas publiqué. Haz click aquí simplemente.
ENSEÑA TUS CASOS DE ÉXITO
No quiero mezclar este asunto con el marketing ni con la publicidad. Si bien están enlazados de la mano, no quiero confundirlos porque hablar de marketing es más amplio y profundo a la vez. Enseñar tus casos de éxito puede convertirse en una excelente estrategia para consolidar o mejorar tu reputación. Un caso de éxito en la reforma sería una historia en la cuentes o demuestres cómo tu empresa ha ayudado a un cliente en un proyecto de reformas. Sería enseñar un testimonio en el que un cliente tuyo haya quedado satisfecho con tus servicios.
La creatividad juega un papel fundamental aquí. Todo el potencial que estoy seguro que tienen tus servicios o tu empresa los puedes manifestar enseñando un caso de éxito. Las posibilidades son casi infinitas: desde crear un contenido multimedia como un vídeo y colgarlo en tu web hasta realizar una demostración en 3D y presentarla en una reunión con un potencial cliente. Cualquier cosa es válida para realizar esto y es clave que emplees todos tus conocimientos posibles para armar un caso de éxito. Si crees que no estás a la altura de poder realizar semejante tarea, puedes acudir a un especialista que te ayudará con el proceso de creación y publicidad de tus casos de éxito.